Tracey Emin (1963) es una de las artistas más reconocidas y cotizadas del movimiento de la década de los ochenta conocido como Young British Artists, del que han surgido figuras polémicas y representativas de las artes plásticas de finales del siglo XX como Damien Hirst. El trabajo de Emin adopta diferentes técnicas, materiales y enfoques —ha escrito libros, ha programado performances y ha trabajado sobre lienzo, película, piedra y cosiendo hilo—, pero lo que nunca varía es su aproximación temática: la exploración de los tabúes de la sociedad moderna, una exploración de su propio yo y un análisis de sus pulsiones más incontrolables. Strangeland es su libro de memorias.